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Una historia de película. De esas que parecen estar destinadas a que salgan bien sin importar los obstáculos que haya en el medio. Así es la historia de lo que le ocurrió al club Arbroath.
Es probable que nunca lo haya escuchado y que menos le suene el nombre de Ally Adams y es que estamos hablando del arquero suplente de un equipo de la Segunda División de Escocia, pero que atrás esconde una situación insólita.
El club debía afrontar el duelo ante Raith Rovers con apenas cuatro suplentes entre los que estaba Adams, pero no como arquero, sino como delantero. Con el 0-2 en el marcador, el técnico optó por mandarlo a la cancha y pasó lo menos pensado.
En su primer partido en la temporada, porque no había tenido minutos hasta el momento, se dio vuelta y sacó un zapatazo que valió un golazo y el descuento de lo que iba a terminar siendo empate 2-2 sobre el final del encuentro.
