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Lo tienen que perdonar

2 Jan , 2024  

Jürgen Klopp es un técnico que vive los partidos de forma muy enérgica, tanto que a veces pareciera que se enloquece y es habitual que los árbitros lo tengan que calmar.

En esta ocasión no fue por una protesta, sino por una alegría que vivió de forma muy efusiva un momento de la victoria de Liverpool ante Newcastler, pero ocurrió lo menos pensado.

En un momento del festejo, Klopp se detuvo, volvió en sus pasos y comenzó a buscar algo en el césped, incluso pidiéndole ayuda a un colaborador del estadio. Y es que el alemán había perdido el anillo de bodas.

Pero lo cierto es que la historia tuvo final feliz, porque luego de los intentos del entrenador, el anillo apareció y lo mostró en cámara, antes de darle un beso.

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