Juan Martín del Potro perdió la final de tenis masculino en Río de Janeiro pero el público lo alentó como si hubiera ganado. El tenista argentino conquistó su segunda medalla olímpica pero nunca logró un oro, aunque la obtenida en Brasil tiene un valor simbólico más allá de la gloria que significa.
A mediados de 2015 el tenista argentino fue operado en una de sus muñecas de una lesión que aparecía por tercera vez y que se mostraba bastante rebelde. El proceso de recuperación se hizo lento y tedioso y el jugador hasta evaluó dedicarse a otra cosa y renunciar de su objetivo. “Yo estuve cerca de dejar el tenis. Me frustraba estar en casa y no veía el tenis en la televisión porque era algo triste para mí”, dijo en su momento.
Pero su voluntad pudo más y el tenista pasó por la larga recuperación con altibajos. Un día durante uno de sus solitarios entrenamientos envió un mensaje de Whatsapp a sus amigos que decidieron publicarlo para mostrar el empeño del jugador por su vuelta. ” las ganas de entrenar son muy pocas, las ganas de salir de la cama son muy pocas, no tener a nadie que lo motive ni que lo acompañe hace mucho más difícil todo. Pero el orgullo y el amor propio es mucho más fuerte”, afirma.
Seguramente este lunes cuando llegó al Aeropuerto de Ezeiza se dio cuenta de la magnitud del logro que consiguió en Río y de la importancia de haber vuelto a jugar al tenis. Al llegar a Argentina los pasajeros de su avión lo aplaudieron y corearon su nombre y luego al bajar también fue esperado por fanáticos en los alrededores. El jugador viajará a Tandil, su ciudad natal, donde será homenajeado.
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