El rincón de las arañas

Las palabras y las cosas

16 Oct , 2017  

Prof. Hermes J. Sanabria

Hace ya más de 50 años, el filósofo francés Michel Foucault titulaba de esa forma a un ensayo acerca de la forma de pensar y entender el mundo a través del discurso. ¡Y si serán importantes las palabras! Hay veces en las que una fecha del campeonato ofrece poco para decir, resultando un verdadero desafío para aquellos que intentamos poner en palabras lo que se vio en los terrenos de juego. Es ahí cuando hay que apelar a aquellas reservas expresivas que adornan nuestro arsenal de recursos, tratando de encontrar la forma de pintar lo mejor posible lo que los futbolistas plasmaron.

Pero a veces, pareciera como si los planetas se alinearan para que los que escribimos nos hagamos un festín y para que los títulos sean de esos que al lector tanto le gusta encontrar en las tapas de los diarios. Y justamente eso, fue lo que ocurrió el pasado fin de semana. Fíjese sino: palabras como “Ramos” y “Palacios” fueron muy nombradas el sábado, propiciando todo tipo de juego literario. “Ramos generales” y “Palacios del gol”, pudieran ser términos que perfectamente se adecuen a la realidad de Peñarol, puntero del campeonato jugando un fútbol apenas opacado por desplegado por Boston River. Su entrenador, solamente es menos elogiado que Acevedo o Apud, pero recuerde usted en qué situación estaba hace poco. Para el otrora catalogado como “goleador de cuadro chico”, debe significar una gran satisfacción haber podido revertir ese mote y poder decir que no cualquiera atesora un “hat trick” con la camiseta de un equipo grande.

Pasando al domingo, podemos decir que la facilidad para titular y para hacer una redacción que contenga las palabras “Polenta”, “Rayo” o “Tanque”, seguramente sea inversamente proporcional a la simpatía de los hinchas tricolores por Martín Lasarte o Alexis Rolín. No hemos revisado la totalidad de los medios escritos o digitales, pero más de un colega habrá caído en la tentación de decir que Nacional se indigestó por una Polenta en mal estado, que fue alcanzado por un Rayo o peor, arrollado por un Tanque.

Las palabras y las cosas siempre irán de la mano. Recuerde esto durante esta semana, cuando vea a Eduardo Acevedo y a Leonardo Ramos desplegar todo su potencial dialéctico preparando el choque crucial entre Defensor y Peñarol. Piense en el valor de la palabra, cuando vea a Diego Polenta argumentar con firmeza acerca de las críticas recibidas, o a Julio César Antúnez disfrutar de una semana tranquila en lo deportivo y llena de micrófonos a los que hablarles. El fútbol es muy dinámico, casi más que la vida misma y seguro más que uno a esta altura del partido. Tal vez, utilizando las palabras adecuadas, logremos entenderlo mejor.

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