El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Incluso los que nos gusta el fútbol, en algún momento tenemos que dejarlo un poco de lado. Hay veces en las que no queda otra que darle a la pelota y todo lo que conlleva un merecido descanso, por aquello de no saturarse y retomar con más fuerza el trajín del año. Quedarse al lado del turbo al máximo, tomando algo fresco esperando que llegue el momento de exponerse al calor de la parrilla, eso es casi todo lo que uno pretende hacer hasta que llegue la hora del brindis por el año nuevo. En lo que respecta a este cronista, ni siquiera presta atención a esos resúmenes de lo mejor del año futbolístico, porque es momento de reponer energías.
Quizás por eso, sea que no nos ocupó demasiada atención que Carlos Núñez haya acordado su vuelta a Liverpool, que el alemán que ostentaba el récord que batió Abreu haya salido a decir que le faltan tres equipos todavía, o que Forlán haya pateado la mesa con fuertes declaraciones que involucran a directivos de Peñarol. Es como cuando uno duerme la siesta en estos días, no lo despierta el calor sino alguna bomba que pueda tirar algún vecino. Y eso es lo que vino a pasar, en medio de esta siesta de temas futbolísticos: alguien tiró una bomba, no sabemos si de humo, pero al menos algo de ruido hizo.
Todos conocemos a Pablo Bentancur. Si no existiera Paco Casal y si Fonseca no fuera la figura mediática que es, tendría bien merecido su lugar como el representante más conocido. Y, como todos los contratistas, no teme realizar declaraciones altisonantes, incluso decir un 29 de diciembre que el Tata González al no tener tanta continuidad en Nacional, podría irse a Racing de Avellaneda y Arévalo Ríos como no tiene tanta continuidad en Racing, podría venir a Nacional.
En un principio, el público dudó, porque el Día de los Inocentes había sido un día antes. Enseguida, el hincha de Nacional, enardecido, salió de su letargo para poner el grito en el cielo ante la eventual contratación de un hombre identificado con Peñarol. El hincha de Peñarol, enceguecido, exclamó furioso que Arévalo fuera nomás si quería a jugar a Nacional. “Si total pesa el doble que cuando jugaba en Peñarol, ahora no lo queremos”, fue más o menos la idea. En el medio, el Tata González, otro hombre de peso en la historia de la selección, aunque no tanto como Arévalo.
Está bien que a todos nos gusta bastante la danza de nombres y los rumores de pases, pero creemos que a Bentancur se le fue un poco la mano de tirar un dato así en momentos en los que las prioridades pasan por otro lado. Un rumor así, hubiera vendido 5 veces más diarios un 2 de enero, sin dudas. Esto demuestra que, hasta los más hábiles estrategas del mundo del fútbol le pueden errar al “timing”.
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