El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
En plena vigilia previa al encuentro de Octavos de Final contra Portugal, cuando ya cada uruguayo tiene planificada su jornada de sábado en función del partido y también juega el partido en su cabeza; una preocupación aflora de la observación del ambiente: hay mucha gente preocupada por el hecho de que la atención se centre en otros y no en nosotros. ¿Y cuándo nos gustó estar bajo el foco?
Si todos los medios internacionales hablan de Cristiano Ronaldo, todos nuestros medios hacen lo imposible por mostrarle al mundo que también tenemos lo nuestro. Si los argentinos, a los que ya conocemos, ya ven un cruce de Cuartos de Final contra Portugal, salimos a contestarles que el cruce va a ser entre Uruguay y Francia. Si dicen que Griezmann es casi un argentino más, ahí gritamos a los cuatro vientos que es nuestro, como Gardel. ¿Por qué no jugar de callados y dejar que vean el cruce que quieran, que piensen que Antoine es argentino, que Gardel también, y de paso que toda la atención del mundo se centre en el jopo de Cristiano?
Tal vez son los años que uno tiene encima, pero esto de andar por ahí llamando la atención con adultos vestidos de túnica y moña o cantando una canción de Notevagustar a viva voz en los estadios rusos, no es muy uruguayo. No porque la túnica y la moña no lo sean, sino porque nuestro perfil no es ese. Más acorde a nuestra esencia, sería ir a la concentración de Uruguay y expresarle al Maestro la gratitud, pero lejos de las cámaras. Mejor sería estar en la tribuna alentando a la selección, emocionándose con las estrofas del himno Nacional, pero no convertirnos en “la hinchada con la mejor canción de tribuna del Mundial”.
Si el uruguayo es discreto, ¿por qué ahora quiere llamar la atención? Si siempre es mejor pasar desapercibido, para dejar que las propias virtudes sean las que hablan por uno. ¡Y vaya si este equipo nacional tiene virtudes! Quédese tranquilo, que al final del partido de mañana, Cristiano va a haber tenido más primerísimos primeros planos; pero lo que valdrá será si Uruguay hace un gol más. Los partidos, como deberíamos saber, se juegan en la cancha y no en el documento de identidad de Griezmann, en quién canta más y más afinado en las gradas o en saber de quién habla más la prensa.
Siempre, pero siempre, preferiremos estar de este lado cuando algún periodista extranjero desprevenido se pregunta “¿Y este quién es?” al referirse a un jugador nuestro. No vamos a andar queriendo robar cámara, después de una vida cultivando el bajo perfil. Así como nos sienta bien dejar el protagonismo en la cancha para el rival, hagamos lo mismo con todo el huracán mediático que no suma nada más que distracción. Que los miren a los demás, que nosotros sabemos lo que tenemos que hacer. Por ejemplo, un asado entre medio de los dos partidos de mañana. Da el tiempo justito.
Cristiano Ronaldo, Eliminatorias Rusia 2018, Prof. Hermes J. Sanabria, Uruguay-Portugal