El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
¿Quién pone precio a la idoneidad? Trascendió que el curso que hay que hacer ante la Conmebol para poder ser presidente de la AUF cuesta 15.000 dólares y muchos se asombraron, no por el hecho de que alguien invierta su tiempo (ya que aparentemente los costos los paga la misma Conmebol) en este desafío, sobre todo cuando se trata de gente establecida y exitosa en su actividad particular e incluso en algunos casos, con algunos años encima. Pero bien dicen que nunca es tarde cuando la dicha es buena y como decía aquel viejo slogan, los candidatos no ven esto como una apuesta, sino como una inversión.
Todavía no sabemos a quién se los va a cobrar luego el organismo continental, porque bien sabemos que el fútbol uruguayo es pobre (fíjese que hasta se corrió el rumor de que el presidente de un club había propuesto vender el Complejo Celeste para obtener recursos). El hecho es que cinco dirigentes, porque al final el escribano Welker se preguntó a sí mismo (como habíamos adelantado): “¿Por qué no?” y se puso en carrera, se sometieron a la prueba. Dicen que fue un cuestionario básico, luego todos los candidatos presentaron la documentación requerida y se pusieron a disposición. Abulafia, Alonso, Del Campo y Nopitsch también pasaron por la evaluación y aguardan por los resultados con la misma ilusión que un estudiante de bachillerato que no se quiere pasar el verano estudiando. Mientras tanto, uno entiende que también se estarán tejiendo esas subtramas que tienen que ver con aquello de los votos, porque sin votos no hay sillón por más idoneidad que uno atesore. Aunque eso sí, el diploma no se lo quita nadie.
Así son las democracias, todos tienen las mismas posibilidades, las mismas aspiraciones, proyectos y deseos. Algún mal pensado habrá hecho la asociación básica de pensamientos que lleva a que alguien tiene que moverse por intereses oscuros para aspirar al sillón de la calle Guayabos, pero enseguida alguien aclaró que son todas personas de bien que actúan impulsadas por su vocación de servicio y de lograr lo mejor para el fútbol uruguayo.
La pregunta que el pueblo se hace, es: ¿Qué pide el examen de idoneidad? Básicamente se debe acreditar que uno no cuenta con antecedentes penales, no ha violado normas de conducta del código de ética de la FIFA (no, no es un oxímoron) ni tiene en curso investigaciones civiles, penales o disciplinarias. Como cualquiera de nosotros, o casi. Lo demás, es pura burocracia: nombre completo, número de cédula, nacionalidad, fecha de nacimiento, profesión, estado civil, certificado de no estar en quiebra o interdicción y certificado de antecedentes penales. Como se ve, no hay que estudiar mucho para eso, aunque los candidatos estuvieron de acuerdo en que el interrogatorio fue muy profundo (“casi como el de un juzgado”, dijo uno de ellos). Sin embargo, trascendió que uno de los eventuales postulantes a la presidencia de la AUF, comentó a su círculo cercano que no cree que le haya ido bien y que está difícil para que apruebe. No sabemos si es como aquellos casos de estudiantes que salían diciendo “perdí, perdí, me fue horrible” y aprobaban con 12, o realmente sabe que le fue mal. Nos vamos a enterar, porque el lunes se estaría bajando de la candidatura y preparando el examen para otro período.
Así está planteado el escenario, todo parece indicar que el martes habrá presidente. Eso sí, nadie se puso a pensar en quién será el Cristo que comprueba la idoneidad de aquellos que vienen de la Conmebol a comprobar la aptitud de nuestros dirigentes.
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