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Qué comentario triste y discriminador el: “sos una madre”. Todos alguna vez lo hemos escuchado con la intención de decirle a alguien que lo que hace está mal o que no lo hace de la manera correcta. Sobre todo, esto se ha escuchado en el fútbol, pero Vanina Correa demostró que ser una madre también se puede combinar con la actividad deportiva.
En las últimas horas, Vanina Correa se hizo famosa por atajar un penal ante Inglaterra en el Mundial Femenino. Pese a que eso no impidió la derrota de Argentina, durante un rato largo fueron muchos los que aplaudieron la actuación de la arquera.
De hecho, una cuenta de fanáticos de Marcelo Barovero comparó al penal atajado por Correa con el que guardameta, todavía en River Plate, le contuvo al “Puma” Gigliotti por Copa Sudamericana, también con un buzo verde.
Pero lo cierto es que la historia de Correa va más allá de un penal. Porque la arquera tiene dos hijos que la están esperando en Rosario: Romeo y Luna. Alejada del fútbol se puso a trabajar en un supermercado como cajera, pero la llamada del entrenador de la selección la cambió y con 35 se calzó los guantes en un Mundial por tercera vez.
Al final… Vanina era una madre. Pero es una madre que demostró dejar todo dentro y fuera de la cancha y a la que la vida le dio una revancha.
Foto: La Nación de Argentina
Selección de Argentina Femenina, Vanina Correa
