El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
No sabemos si hace justicia al campeonato obtenido por Peñarol, pero nos invadía un profundo deseo de aprovechar las dos palabras más mencionadas del fin de semana para titular este nuevo contacto con los lectores. Porque siempre habrá un confuso episodio para que nuestra capacidad de asombro siga conquistando nuevos límites y para que se sacuda la modorra ante los ojos de los que dicen que acá nunca pasa nada.
Que se lo digan sino a Alejandro Acevedo, que luego de su explosión mediática, pasó los 120 minutos de juego y los penales cruzando los dedos por una victoria aurinegra. Usted dirá que el cronista está veterano y se equivocó, pero no. Imagínese lo que habría sido para el hermano más famoso del fútbol uruguayo desde el del Japo Rodríguez, que su equipo perdiera en los despachos por culpa de su entrada ilegal en el vestuario antes del partido.
No fue confusa la forma en la que Peñarol descontó la ventaja en puntos para lograr ganar la anual, en todo caso habrá sido confusa la forma en la que Defensor perdió esa ventaja. También podría decirse que los 210 minutos que tanto le costó calcular a Eduardo Acevedo en la nota posterior al partido, fueron dos sendos capítulos de un confuso episodio en términos futbolísticos, ya que nadie supo bien a qué quisieron jugar los dos equipos. Siguiendo esa tónica, no podía terminar de otra manera que con un jugador pateando un penal para las chapas ante el asombro de espectadores, televidentes y protagonistas. Incluso, no fueron pocos los confundidos por el sentido abrazo entre Leonardo Ramos y Guruceaga en pleno festejo por un título cuyo número sigue causando confusión ya que algunos dicen que es el 48 o el 46 en vez del 51.
Entre tanta confusión, los ganadores del fin de semana fueron varios: Damiani, que se va campeón y hasta querido por sus hinchas; Ramos, pese a la presencia de Diego Aguirre en la tribuna, Barrera, en el mejor fin de semana de su vida con una elección y un campeonato para su palmarés, el Cacique Medina, que ya prepara sus mandamientos para su debut en febrero e incluso Acevedo, que sigue sosteniendo que su equipo fue el mejor. No se confunda, hay veces en las que podemos ganar todos.
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