El rincón de las arañas
¿Usted qué diría si le mencionamos a los integrantes de este equipo? Los reflejos de Sebastián Viera en el arco, la contundencia de Luis Suárez, Edinson Cavani y Diego Rolan en la delantera; un mediocampo que combina combatividad y buen pie con el “Tata” Álvaro González, el “Torito” Diego Rodríguez, Nico Lodeiro y Mathías Cardacio. Lo que vendría faltando sería conformar la defensa, que con los nombres que se manejan sería con línea de 3.
¿Y qué mejor jugador para ese sistema que el polifuncional y veloz Martín Cáceres? Pues bien, el equipo de los jugadores anteriormente representados por Daniel Fonseca ya tendría su buque insignia para la zona defensiva del campo, sector medular como diría un colega. El ex Barcelona y Juventus, entre otros grandes equipos, sería por estas horas el más flamante integrante de los “ex- fonsequistas”. De todas maneras, por ahora el empresario niega la ruptura, como haría cualquiera que se aferra primero a salvar la relación. No estamos en la interna, como para inferir juicios de valor acerca de una relación que supo ser catalogada de “hermandad” por los propios involucrados, pero estas cosas pasan incluso en las mejores familias.
Seguramente, Cáceres ya sabe lo que viene. Lo habrá visto, leído o escuchado cuando su hoy casi ex representante tildó de “enfermo mental” a Luis Suárez (feliz cumpleaños Luis!), cuando cuestionó off the record las creencias religiosas de Edinson Cavani, o se declaró incapaz de limitar la afinidad de Rodrigo Amaral con la comida chatarra. Luego de las desmentidas del caso, vendrán las menciones a choques de Ferraris, gusto por la noche, o incluso críticas al mal gusto a la hora de vestir. Deberá entender Cáceres que un representante despechado puede ser muy cruel, y que puede incluso llegar a manejar la tan mentada frase “se olvida de que yo le hice ganar mucha plata”, o “en las malas cuando no había nadie, yo estuve”.
Fernando Muslera, Giorgian De Arrascaeta, o el anteriormente mencionado Amaral, son los jugadores más renombrados dentro del staff remanente del empresario, que claramente ha demostrado en esta faceta mucha mayor conflictividad que cuando jugaba. Luego de aquel recordado gol a Corea del Sur en Italia ’90, Fonseca hizo muchos goles en Italia pero no mostró este carácter de pelearse con todo aquel con el que no estuviera de acuerdo. Si acaso tomó postura en el caso “Cubilla vs Repatriados”, pero eran otros más experientes los que llevaban la voz cantante. Nos hubiera venido bien un ariete de estas características, a la prueba está que miramos los mundiales de 1994 y 1998 por televisión. Lo cierto es que con la casi inminente incorporación de Cáceres, el 11 de Fonseca está cerca de completarse. La verdad, es un cuadrazo.
Daniel Fonseca, el rincón de las arañas, equipo, Profesor Hermes J. Sanabria