Joao Havelange, el histórico dirigente de FIFA falleció en Brasil a los 100 años. Fue presidente entre 1974 y 1998 y estuvo relacionado con los hechos de corrupción descubiertos este año, lo que lo obligó a renunciar a sus cargos en la máxima organización del fútbol mundial y también al Comité Olímpico Internacional.
Durante su mandato en la FIFA logró convertirla en una empresa millonaria, de las más poderosas a nivel mundial en la actualidad. Fue el encargado de transformar al fútbol de un deporte a un espectáculo y comercializarlo con grandes empresas. Este negocio, que en gran parte se fomentó a través de la negociación de los derechos de transmisión, también dejó grandes tajadas de dinero de la que los empresarios sacaron desleal provecho.
Pero esta imagen no es la única que desarrolló el brasileño en su vida y muchos desconocen, justo mientras se desarrollan los Juegos de Río 2016, que participó en dos ediciones. Desde pequeño se dedicó a la piscina y en este ámbito fue que gestó sus dos participaciones en Juegos Olímpicos.
Su debut en unos Juegos fue justamente en una edición polémica, ya que fue la de Berlín en 1936, organizada por el gobierno nazi. En esa edición el brasileño participó del plantel de natación de su país aunque no tuvo gran éxito. En esa ocasión siete países se repartieron las medallas pero Havelange pasó sin pena ni gloria.
Sus segundos juegos fueron en otra disciplina, el Waterpolo. Havelange formó parte del equipo brasileño en los Juegos Olímpicos de Helsinki en 1952. Nuevamente estuvo lejos de las medallas y su selección terminó en la colocación 13°, aunque si se tiene en cuenta que en varias de las posiciones habían equipos igualados Brasil terminó en el puesto 16 de 21 equipos participantes.
Berlín 1936, Joao Havelange, Juegos Olímpicos