El rincón de las arañas
Hoy, 23 de octubre, se conmemora el Día del Periodista en Uruguay. Para quien esto escribe, un día de celebración por haber encontrado finalmente el lugarcito en el que se encaja. Y no es fácil encajar en la vida, hay quienes nunca lo logran.
Sin miedo ni vergüenza, podemos decir que es gratificante tener un día en el que nos puedan saludar nuestros allegados más allá del cumpleaños y el Día del Padre. El día de la profesión por la que se nos reconoce. No mucho, porque no vaya a creer que uno va por ahí y la gente se le tira encima, pero lo suficiente como para comprar dos docenas de sándwiches surtidos y festejarlo en familia.
¿Por qué? Porque el 14 de octubre -Día del Futbolista Profesional Uruguayo- nos fue siempre vedado por no haber sido jamás, justamente, profesionales. Ojo, nada dice de aquellos que entrenábamos a la par de cualquier copetudo, pero sin más remuneración que las patadas del back de turno. No está el futbolista amateur contemplado en ese día de conmemoración de la futbolidad, y duele.
Tampoco el 16 de julio –Día del Entrenador Uruguayo en homenaje al campeón del mundo Juan López- nos encontró vez alguna entre los homenajeados. Por no tener título habilitante, se nos dijo. ¡Si entenderíamos lo que sintió Hugo de León! Como él, no tener el título en nuestro país nunca nos privó de no sentirnos menos que ningún colega. Pero claro, nadie nos saludó jamás, aunque hayamos orientado equipos por varias décadas.
Por eso es que uno agradece cada día la oportunidad de ejercer el periodismo. Por eso, desde aquellos días en los que colaborábamos con alguna revista barrial en Argentina, todos los 23 de octubre son de fiesta. Porque a cada chancho le llega su San Martín, dice el dicho. Y toda persona merece tener su día. Por todos los postergados, ¡Feliz Día del Periodista!
Día del Periodista, Prof. Hermes J. Sanabria
