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“El penal y termina”, es una frase que hemos escuchado en varias ocasiones. “No hay rebote, patea y termina”, también se ha interpretado de parte de algunos árbitros. Pero, ¿está permitido hacer eso?
Claro está que por algo el árbitro es la máxima autoridad dentro del campo, pero el reglamento deja ciertas dudas ante jugadas de este estilo y un ejemplo es lo ocurrido entre Palestino y Cuiabá por Copa Sudamericana.
El reglamento oficial marca: “Con el fin de ejecutar y completar un tiro penal, se podrá conceder tiempo adicional al final de cada uno de los periodos de juego reglamentarios o del tiempo suplementario”.
“Cuando se conceda tiempo adicional, el penal se completará cuando, una vez ejecutado el tiro, el balón deje de moverse, deje de estar en juego, sea jugado por un jugador (incluido el lanzador) aparte del guardameta defensor, o el árbitro detenga el juego por una infracción del lanzador o de su equipo. Si un jugador del equipo defensor (incluido el guardameta) cometiera una infracción y se fallara o detuviera el penal, se deberá repetir el lanzamiento”.
Si nos regimos pura y exclusivamente por el texto, podría estar fuera de la ley, pero lo cierto es que el árbitro lo hizo igual, Palestino lo sufrió y el partido terminó en empate.
