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¿Cuántos tienen el sueño de jugar un partido de fútbol profesional? Muchos, sin duda. pero pocos pueden hacerlo. Es que para llegar ahí hay que tener calidad, constancia o… directamente dinero.
Esta es la historia de Martin Podhajsky que tiene 22 años y fue fichado por el FK Ústí nad Labem del ascenso de República Checa luego de que su padre pagara 20 mil euros para que pueda jugar 10 minutos.
Su padre, un importante empresario, quiere que su hijo juegue más allá de los videojuegos, pero lo cierto es que no tiene ninguna experiencia. “Solamente juega al FIFA en la computadora… pero no se ve ese dinero en el piso todos los días. Por esa cantidad, dejaría que cualquiera se una”, dijo Premysl Kuban, presidente de la institución.