El rincón de las arañas

La Divina Comedia

1 Aug , 2018  

Prof. Hermes J. Sanabria

No son días típicos de cuando hay actividad deportiva normal en nuestro fútbol. Podríamos estar hablando de la maravillosa exhibición futbolística de Carlos “Maravilla” Grossmüller o de la vuelta del “Tiqui Tiqui” de Carrasco, incluso analizando la actualidad del Peñarol del Memo y el Nacional del Cacique. Pero no, todos esos hechos quedaron relegados en la agenda. Y todos sabemos que hoy en día, la agenda se marca mucho por el oído. Más precisamente por los audios.

¿Cómo se hace para hablar de lo que pasa adentro de la cancha y que alguien preste atención? Si ninguna táctica logró anular a un rival de la forma en la que lograron hacer que se bajara Valdez, si ningún técnico logró revitalizar la carrera de un jugador como lograron con la de Abulafia como dirigente, si nadie logró confundir más al rival que la posición de Del Campo. Hoy podemos afirmar que ninguna de las series de moda tiene más intriga que esta de la vida real, porque los clásicos nunca mueren. Y porque este tipo de novelas tan comunes en el ámbito dirigencial del fútbol uruguayo, tienen todo lo que tienen que tener. Y son un clásico, como La Divina Comedia.

Créannos que preferiríamos estar escribiendo de fútbol, pero nos vemos obligados a incursionar en estas tramas de audios que nadie escuchó, de sospechas, de candidatos nuevos que salen de quien sabe dónde como esos juveniles a los que ascienden a primera y nadie los tenia (Ignacio Alonso, Fernando Nopitsch, otro que puede aparecer mañana, el propio Welker…). Todo esto es una Divina Comedia, y vaya si el guionista de Dios acertó en el nombre de esa calle y puso a habitarla a las personas correctas.

Dante Alighieri llamó sencillamente Commedia a su libro, porque de acuerdo con el esquema clásico, no podía ser una tragedia por tener un final feliz. Esperemos que así sea, aunque ya sepamos que la felicidad tarda, pero llega (siempre a los mismos lugares y a las mismas personas). El poema se ordena en función del simbolismo del número tres, que evoca la Trinidad Sagrada del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (¿hace falta nombrarlos?). Al contrario que en las elecciones de la AUF, trata sobre el equilibrio y la estabilidad, además de tener presentes a los siete pecados capitales (en este caso sí habría coincidencia). Infierno, Purgatorio y Paraíso componen un sistema al que nuestra sede asociacionista nada tiene que envidiar

Esta nueva versión de La Divina Comedia, aggiornada en todo lo que tiene que ver con justamente aquellos personajes principales (Dante, que personifica a la humanidad; Beatrice, que personifica la Fe y Virgilio, que representa a la razón). ¿Podemos declarar desiertas las comparaciones? Es que, a esta altura de la vida, uno ya tiene razones sobradas para haber perdido la fe en la humanidad (o al menos en los dirigentes del fútbol uruguayo).

¿Qué podemos aprender de esta Divina Comedia que ahora ingresó en un cuarto intermedio hasta el 21 de agosto? Una lección aplicable a todo en la vida: para tocar el cielo, hay que aprender a pasearse por el infierno… y nunca está de más contar con un Virgilio que le haga compañía. Eso sí, en el 2018, hay que tener cuidado con las grabaciones y las filtraciones, incluso con que Virgilio no sea una persona tan de fiar. A veces, la realidad supera a la ficción (o al menos le empata en la hora y con un hombre de menos).

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