El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Muchos uruguayos se despertaron tarde hoy, tanto que ni siquiera llegaron a escuchar el himno en la radio. Pero esos despertares post nostalgia entre pelucas, pantalones Oxford, dolores de cabeza y sales digestivas; tuvieron a fin de cuentas una recompensa en forma de noticia: Luis Suárez se recuperó de forma increíble y viajará para estar a la orden para el jueves.
Fue ver la noticia y no saber si creerla o pensar que se bebió demasiado. Incluso las alusiones a la Independencia quedaron de lado, mucho más el ridículo vivido anoche tratando de imitar los pasos de Tony Manero. Como una señal que el destino se encargó de ponernos en el camino en el día en el que celebramos ser independientes, comprobamos que somos más dependientes de Suárez que nunca.
De todas formas, ver que la épica desplaza a la nostalgia no es algo negativo, al contrario. Esta noticia nos evitó tener que seguir comentando por más tiempo la selección musical del Disc Jockey o que el recuerdo de aquellas boites sigue vivo en nuestros corazones. Hoy, esa entrada que usted compró con tanto esfuerzo e ilusión para ver el clásico rioplatense, volvió a valorizarse. Y eso, es épico.
El género épico es un género narrativo que logra hacer creer a un pueblo sobre hazañas memorables. Y esta noticia con la que se alivió de golpe más de una resaca, representa un episodio casi tan épico como la irrupción de los griegos en Troya escondidos dentro de un gran caballo de madera. Es incluso un evento tan milagroso como Jesús diciéndole a Lázaro “levántate y anda”. Como una suerte de caballo de Troya, de golpe Luis desembarca en su tierra para llevar sobre sí el peso de 3 millones de esperanzas, y las disculpas de 1.5 millones que decían que la lesión era falsa y de 0.7 que decían que se borra en las difíciles. Así, no recuperaremos a Helena ni derramaremos sangre, pero crecen nuestras posibilidades de rescatar al menos un punto.
Amor y odio, milagro y resurrección, épica y esperanzas. Poca gente en la historia de este país ha logrado concentrar tanta atención como Luis Suárez, y mire que uno ha vivido una buena parte de la historia de esta República. Casi como si el guionista de Dios le hubiera dicho “Luis, levántate y viaja”, vuelve Suárez y cambian los esquemas de Tabárez y Sampaoli, cambia el precio del dólar y el ánimo de la gente. Pero como en todo, hay un costado negativo: la tienda Ricky Sarkany Barcelona no va a poder estar atendida por uno de sus dueños, tiene cosas más importantes que hacer.
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