El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
¡Qué ironía de la vida! El partido con Argentina se juega justo un 31, ese día al que el uruguayo ve siempre como la tierra prometida, al que nunca sabe si va a llegar con fondos en el bolsillo. Pero esta vez, la preocupación de muchos no pasa solo por saber si van a poder poner un plato de moñitas en la mesa, sino por ver si el 9 entra o no a la cancha.
Casi como una metáfora de la vida misma, nos preguntamos si llegará o no llegará Suárez a fin de mes (en estricto sentido de calendario, ya que por suerte no lo aqueja el otro problema) como hacemos todos los meses con nuestra economía familiar. Incluso podríamos asegurar que no serían pocos los compatriotas dispuestos a quedarse sin comer en el último día del mes con tal de ver a nuestro ariete dentro de la cancha, como le cantaba la gente de River argentino a nuestro compatriota Walter Gómez.
Pero es aquí donde habría que detenerse. Hay que ser inteligentes y tener en cuenta que el fútbol es un juego de estrategia. ¿Y qué es lo más importante de toda esta situación? Usted dirá que finalmente Suárez juegue y podamos sacar al menos un punto, pero no. Eso ya sería un plus, pero lo importante es que ya se logró poner la presión del otro lado del río porque Sampaoli está alterado. Se puede ver fácilmente que el DT argentino es un hombre ansioso, nervioso, obsesivo y muy intenso. Y a esa gente, usted le altera un poco los esquemas y se vuelve loca. Seguramente, toda esta novela de épica y resurrección de la que hablábamos hace unos días, le viene quitando horas de sueño a Sampaoli como hace Game of Thrones con sus fanáticos o las cuentas a cualquier hijo de vecino.
Pero tampoco vamos a tapar el sol con un dedo, porque no hay que perder de vista que el hecho de que Suárez llegue en condiciones al 31 será tan bienvenido como tener ese mango salvador a dicha altura del mes. Mientras Sampaoli se enloquece, Messi trata de sacarle información a su amigo, el Doctor Pan y el Maestro Tabárez no dejan pistas; Suárez trabaja para rehabilitarse y llegar. Como usted a fin de mes y como Uruguay a Rusia. Este es un país de luchadores y correrla de atrás no nos asusta.
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