El rincón de las arañas
Por más que el Uruguayo Especial esté para alquilar balcones, y que nuestro fútbol siempre nos depare sorpresas, cualquier fecha que queda entre medio de dos jornadas de eliminatorias pierde un poco de la atención de público y prensa. Y está bien, porque seguro a usted también le pasó que miró medio de reojo al campeonato local, aún si su equipo pelea el título o el descenso. Se debió postergar una semana más, ¡si todos estamos en otra cosa!
¿Quiere pruebas? Sin ir más lejos, Nacional y Danubio se mostraron como dispersos, como ellos mismos también pendientes de las novedades de la selección. Esa misma selección que no presenta en esta oportunidad ni un solo jugador del medio local, pero que se roba las miradas por su gran actualidad.
Ambos líderes apenas cosecharon sendos empates y lo único que cambió fue que Liverpool redujo un poco la ventaja. Si acaso lo más notable del fin de semana fue la exhibición de un Peñarol ya fuera de toda conversación, que mostró dos caras tan notorias que podría hablarse de un Peñarol A y un Peñarol B. El del ataque fue un ballet, digamos que el “Lado A”, como en los viejos vinilos y cassettes, llevaba los mejores temas. Dibble, Albarracín y Arias valieron la entrada realmente. Ahora, el “Lado B”… Una defensa más insegura que los baños de la Ámsterdam, con esa sensación permanente de peligro cada vez que los delanteros de Racing tocaban el balón, contrastaba con la sinfonía de fútbol que se veía de mitad de cancha hacia adelante. Aquello de la “manta corta”, en su máxima expresión.
Ya hemos dicho hace un tiempo, que este campeonato no sale de Danubio o Nacional. Por eso, demos vuelta la página de un fin de semana olvidable, y miremos hacia más allá de Los Andes. Si incluso la gente está con sus pensamientos enfocados en una selección que está llevando a cabo algo histórico, desterrar la calculadora y los fantasmas de cualquier tipo de repechaje. Vayamos pensando en qué vamos a comer y beber durante el partido, en la vuelta del Tata González, en que Cavani pueda entrar y tener su revancha, en definitiva en que a Chile se puede ganar, y hay que ir a ganar.
Pero no nos dejemos llevar por modas absurdas que indican que se necesitan 65 toques para llegar al gol. Si ellos miden 1.60 de promedio, y nosotros tenemos gente muy alta, el negocio es por arriba. El que guste de demostraciones artísticas, hay una cartelera teatral muy variada, donde va a tener para elegir.
Chile, el rincón de las arañas, Eliminatorias, Profesor Hermes J. Sanabria, Rusia 2018, uruguay