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Ya pasaron 32 años, pero seguramente nadie la olvidó. De hecho, es probable que nunca nadie la olvide por lo que significó, por lo que se jugó y por lo injusta, en parte, que fue aquella final. Para los que todavía no se dieron cuenta estamos hablando de la final de la Copa Intercontinental de 1987 donde se enfrentaron Peñarol y Porto.
Aquellos que peinan canas tendrán un vivo recuerdo y otros que están entrando en la primera adultez también pueden tener memoria de aquella final en la que la pelota era amarilla y la cancha era blanca. Igual de raro que para los jugadores fue para los espectadores que no estaban acostumbrados.
Es imposible no traer al recuerdo esa pelota rebelde que no quiso entrar y que fue frenada por la nieve a escasos centímetros de la línea de gol. Para todos los que no lo recuerden podrán ver el partido completo en ese video:
Pero de todas maneras, Peñarol podría haber conseguido una pequeña revancha por el Mónaco. Es que el conjunto francés estrenó su camiseta amarilla y negra frente al elenco portugués y lo hizo con victoria por la mínima y así lo hizo saber en sus redes sociales.
Primer partido con la aurinegra y triunfo. 🙌
Esta camiseta trae suerte. 🖤💛
🎥 Por eso te dejamos los mejores momentos del triunfo ante @FCPorto. pic.twitter.com/svm8d0UmwL
— AS Monaco ES 🇲🇨 (@AS_Monaco_ES) July 28, 2019
