El rincón de las arañas

No es un día más

2 Jul , 2016  

Con enorme alegría celebramos una vez más el Día del Periodista Deportivo, saludando a todos nuestros colegas apasionados por transmitir al público la magia y las emociones emergentes de las justas deportivas. Este homenaje es para todos aquellos que han tenido que esperar alguna vez en la puerta de un vestuario, que han sabido cubrir partidos con 50 espectadores bajo lluvia torrencial o frío polar, pero siempre poniendo por delante esa vocación de analizar todo lo que sucede en las alternativas del juego.

Se nos ha tildado injustamente de “vendedores de humo”, desconociendo la profesionalidad que ponemos en este oficio que hemos abrazado con tanta pasión. Es nuestro deber hacerle llegar al público un producto atractivo, siempre poniendo ese toque extra de poesía que hace que lo que escucha por radio o lee en el diario diste bastante de lo que nuestras retinas tienen el privilegio de observar. Porque el buen periodista deportivo es aquel que además de informar con rigor, le transmite con el mismo entusiasmo un partido de la “B” que una final del mundo, los playoffs del handball o el Metropolitano de basketball.

Durante mucho tiempo, fue la profesión que concentraba más hinchas de equipos en desarrollo. Mientras el 85% de nuestra población es simpatizante de Peñarol o Nacional, nuestro gremio logra ir contra esa tendencia, permitiendo el acceso a los medios de papales, palermitanos, picapiedras o buzones en una proporción inusitada. Es que el deporte es democrático, y además de hacer que aquellos niños que soñaron con protagonizar hazañas deportivas logren seguir vinculados de otra forma, les permite asegurarse un medio de vida tan honrado como cualquier otro en base a su habilidad con la palabra.

Hemos tenido que acostumbrarnos a que nuestra querida profesión sea cada vez más amplia y abarcativa, dándole su lugar a figuras que cantan y salen en las revistas del corazón, a personas con gran habilidad para la venta de publicidad, o a señoritas atractivas que además conocen del deporte. Pero siempre habrá lugar para aquellos que dignifican los ideales del periodismo de calle, libretita y grabador en épocas que privilegian los “clics”, los “hashtags” y las “visitas” por encima de la noticia, y donde importan más los abdominales de Cristiano Ronaldo o los claritos de Neymar que el ejercicio del periodismo.

 

Varios obreros de la imagen toman una instantánea durante el Campeonato Sudamericano de 1959

Varios obreros de la imagen toman una instantánea durante el Campeonato Sudamericano de 1959

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