El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
La visita de Nacional al Zulia pasó bastante desapercibida, tal vez por haber caído pocas horas después de la finalización del Apertura y dada la frustración de sus hinchas por no haberlo logrado. Entre medio; Martín Lasarte pasó de ser pragmático a amarrete, el plantel con dos jugadores por puesto se convirtió en uno en el que no da igual quien juegue, y la algarabía de los simpatizantes por los resultados de visitante en la Libertadores ya no lo es tanto. ¿Se elevó la vara de la exigencia, o de golpe nos olvidamos de nuestro verdadero nivel?
Curiosamente, esta vez lo más importante no estuvo en el partido en sí, sino en el punto obtenido que prácticamente decreta la clasificación, y en las jugosas declaraciones post partido de Lasarte. Con la educación que lo caracteriza, el entrenador tricolor repreguntó a la prensa que objetaba un rendimiento aparentemente magro, si los uruguayos nos habíamos ingerido un Barcelona. Palabras más, palabras menos; Lasarte dijo sin decir algo que no es tan obvio como parece: uno cocina según los ingredientes que tiene, y si tiene jugadores uruguayos, jugará como juegan los equipos uruguayos. De ahí la metáfora gastronómica del entrenador, tal vez influido por el impacto de Master Chef en la sociedad uruguaya.
Alguna vez, alguien dijo que los jugadores uruguayos jugaban bien cuando eran transferidos a equipos de otros países, y mal en la selección porque jugaban con 10 uruguayos más. Aunque esto no siempre fue tan así, ya que uno que ha visto algo sabe que antes era más frecuente encontrar momentos de juego atildado, la realidad es que hoy en día el fútbol uruguayo juega así. Entonces, estamos con Lasarte ante las críticas, porque antes era destacable ganar puntos de visitante en la Copa y ahora parece que no tanto. Seamos realistas, y entendamos que hoy por hoy, el fútbol uruguayo no puede comerse ni un Barcelona de Ecuador, con todo el respeto que merece.
En un partido chato, tan chato que costará encontrar 3 de cada 10 uruguayos que lo hayan visto, habría que quedarse con lo bueno que implica el punto obtenido. A no olvidarse de que, en Montevideo, Nacional había sido derrotado por el equipo con nombre de heroína de novela venezolana. Está bien que el Tricolor haya sufrido para ganarle al último del torneo local, pero sus hinchas deberían tener un poco de memoria y reconocer que el equipo jugó tres partidos en el exterior y no perdió. Entonces, ante la pregunta de Lasarte sobre qué nos pasa a los uruguayos, no encontramos una respuesta clara. Tal vez miramos demasiado hacia afuera y se nos desvirtúa la realidad. ¿Nos comimos un Barcelona? Ahora habría que ver cómo lo bajamos, para que no nos caiga mal.
Copa Libertadores, el rincón de las arañas, Nacional, Profesor Hermes J. Sanabria, Zulia