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Es curioso pero las hinchadas de fútbol muchas veces se potencian cuando están en la tribuna y comienza a llover. El agua les saca una energía extra, unas ganas de alentar a su equipo que enciende. Así estaban los fanáticos del Borussia Mönchengladbach en la previa al partido ante Manchester City por Champions League, pero el juez amargó la fiesta.
Tras salir al campo y notar que la pelota no corría el árbitro decidió suspender el encuentro. Otro factor que incidió fue la seguridad de los espectadores que estaban en la tribuna. A pesar de que a ellos poco le importaba la situación, los rayos que caían en Manchester hicieron al árbitro tomar el rol de padre y decidir que no se juegue.
Ahora el encuentro no tiene fecha de disputa y los clubes deberán acordarla. Los hinchas se llevaron una buena mojadura, una anécdota para el futuro y seguramente varios un fuerte resfriado.
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