El rincón de las arañas

Orden y proceso

20 Aug , 2018  

Prof. Hermes J. Sanabria

¡Qué cosa que produce revuelo la lista de reservados o de convocados de la selección! Incluso en tiempos de incertidumbre como los que estamos atravesando, con todo el “AUF Gate” a pleno y la inquietud por saber cuándo se va a firmar la renovación de Tabárez. Porque si de algo estamos seguros todos, es de que, así como la recompensa está en el camino; el orden está en el proceso. Después habrá matices, claro, porque no seríamos uruguayos en tanto no nos diera por criticar/cuestionar/menospreciar todo lo que se hace en nuestro país, sobre todo si lo hace otro.

Entonces, en el medio de toda esa nebulosa, hay que cumplir con compromisos previamente asumidos. Y lógico, afloró la expectativa por saber a quiénes iba a citar Coito. ¿En serio alguien esperaba que hiciera algo diferente al muy atinado “optamosporrespetarelpatróndecitacionesanterioresdelcuerpotécnico”? Parece que sí, como para que después alguien se enoje si le dicen que tiene menos criterio que Sampaoli en Rusia, para dar un ejemplo claro.

“¿Para qué citó a Suárez y a Cavani si ya se sabe cómo juegan?”, fue uno de los reclamos más escuchados en estas horas. Imagínese que, si no los citaran (con el argumento de probar a otros), el grito en el cielo sería de dimensiones aún mayores. Y ahí es donde empiezan a aparecer nombres, casi más que en la guía de teléfonos. Porque la gente quiere ver nombres nuevos, ya se ha comprobado que el hincha de la selección se cansa rápido de los jugadores. ¿Se acuerda de aquel argumento falaz del “club de amigos”? Bueno, lo empezaron a usar de vuelta, y eso que en la lista de reservados están: Torreira, Valverde, Bentancur, Lemos, Pereiro, Laxalt, De Arrascaeta y Maxi Gómez. ¡Menos mal!

Sin embargo y pese a que los jóvenes ya se empezaron a sumar antes del Mundial, no fueron pocos los que, apesadumbrados, exclamaron: “Me defraudó Coito, yo esperaba una renovación”, “al final citó a todos los mismos, y todavía hizo volver a Lodeiro y a Ramírez”, o preguntaron: “¿Le hizo la lista Tabárez y se la mandó Rebollo por mail?”. Enseguida, tanto en la mesa del bar como en la oficina, el taxi o los comentarios en las redes sociales (que es todo más o menos lo mismo, varía apenas el medio), aparecieron los “ya empezamos mal”, los “¿no habría que ir pensando en el sustituto de Godín?”, o los “hay varios arqueros en gran nivel, ¿no se dan cuenta?”

La gente se pregunta si Olaza, Saracchi o Espino, no tienen lugar en el lateral izquierdo; si el Diente López o Jonathan Rodríguez son menos que Stuani y Urretaviscaya, si no debería irse citando a Oliva para que se vaya fogueando… Mientras tanto, uno se pregunta, ¿en serio la gente no se da cuenta de que esto no es el inicio de un ciclo nuevo y Coito apenas le está “aguantando el mostrador” al Maestro? Desde esta columna, solo podemos pedirles calma y recordarles que si hay orden es porque hay proceso. No deja de asombrarnos esa contradicción del uruguayo, por la que la lista de la selección aparece como la única cosa en la que siempre se está buscando el cambio. Porque mire que en todo lo demás nos cuesta, ¿eh?

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