El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Sin discusión, el fútbol es nuestro deporte nacional. Pero, dentro del mismo, hay otro deporte que ocurre más en relación a la selección que a los equipos. Será justamente por el carácter nacional que tiene el combinado, que hay algo que todos hacemos durante los 365 días del año: pedir jugadores.
Uno no ve que la gente ande pidiendo a sus clubes que contraten a tal o a cuál futbolista, apenas alguna intención que queda por el camino porque claro, para eso hay que realizar erogaciones que muchas veces están lejos de lo que pueden hacer las instituciones de nuestro fútbol. Por eso, como hablar es gratis, y para citar a un jugador a la selección no hay que pagar más que los pasajes (que tampoco los pagamos nosotros), pedimos y pedimos. Porque, argumentamos, “la selección es de todos”.
Cómo será el tema, que falta un mes y algo para los dos partidos de fecha FIFA contra Irlanda e Italia, y casi quedó en el olvido lo ocurrido en las eliminatorias. Curiosamente, en el tema de pedir jugadores para la selección, somos un pueblo que mira mucho más al futuro que en cualquier otra cosa. Esto es raro, ya que el pueblo uruguayo se caracteriza por vivir anclado en el pasado, celebra la nostalgia de forma institucionalizada y es reticente al cambio en todas sus formas (incluso tiene un entrenador que no realiza casi nunca la tercera variante permitida). De la misma forma que se sigue hablando de Maracaná como si hubiera sido ayer, cuando hay por delante algo relacionado con la selección, extrañamente nos volvemos un colectivo muy ansioso.
No nos gustaría estar en los zapatos del entrenador de la selección uruguaya, aplíquese esto a cualquier profesional que ocupe dicho cargo en cualquier momento de la historia. Es como dicen algunos, el problema nuestro es que se le exige más al DT de la celeste que al Presidente de la República. Tal vez sea porque nos resulta más divertido insistir con la pregunta de cuándo va a estar Pereiro/Torreira/Nández/Bentancur en la seleción, que sugerir nombres para cambios en el gabinete ministerial. Será porque el fútbol no deja de ser un juego, y la política no debería serlo; pero el hecho es que todos creemos saber mucho sobre la materia. Algunos, hasta percibimos remuneración por hablar sobre fútbol; por increíble que parezca.
Tabárez casi que tendría el equipo armado para esos dos amistosos, si se dejara llevar por el clamor popular. Por suerte, su serenidad escapa a la aceleración de la vida posmoderna, esa que nos lleva a pedir a gritos a un jugador al que en un tiempo olvidaremos cuando ya no nos cautive tanto o haya mermado su cuarto de hora. Habría que preguntarle a algún sociólogo, acerca de este fenómeno extraño que nos sucede a los uruguayos. Recuerde esto: después de ver la lista de reservados para junio, ya estaremos todos pensando en pedir jugadores para agosto. Y en agosto, viene la fiesta de la nostalgia.
el rincón de las arañas, Profesor Hermes J. Sanabria, Selección de Uruguay