El rincón de las arañas

¿POR QUÉ TORQUE?

7 Apr , 2017  

Desde que un grupo inversor inglés compró la ficha de Joaquín Ardáiz a través de El Tanque Sisley y lo dejó a préstamo en Danubio, noticias como esta no nos parecen tan raras. No sorprende que un Manchester City venga y diga “quiero comprar al Torque”, ni que se le responda “¿se lo envuelvo o lo lleva puesto? Tampoco sorprende que sea desde Inglaterra desde donde vuelvan a llegar noticias, acaso ellos alertados por las virtudes del jugador uruguayo desde que Luis Suárez dejara huella en su liga, y en su selección en el Mundial 2014.

Lo cierto es que el consorcio del Manchester City, propiedad de Mansur bin Zayed Al Nahyan, (nada menos que jeque de Abu Dhabi) y con equipos filiales en Estados Unidos, Australia y Japón, acaba de oficializar la adquisición de este pequeño club fundado en 2007 para su primer desembarco en Latinoamérica. Aunque no son ingleses, estos muchachos tienen por lo menos dos cosas: una, mucha plata. Otra, la certeza de que estas tierras son una fuente inagotable de talento futbolístico. Invirtiendo una ínfima parte de ese dinero en infraestructura, llegará el ascenso a primera, vendrán más hinchas, se formarán jugadores, y se podrá implantar el modelo de Guardiola… ¿Y quién jugó con Guardiola, es amigo personal, y anda buscando clubes para llegar al récord Guinness? Adivinó, Abreu, que no va a tardar en ponerse la casaca del Torque con el profesionalismo de siempre, para luego quedar como un espejo del afamado entrenador catalán en nuestras tierras. Suena lógico.

Ahora, con lo humilde que es nuestro futbol, si el City decide mandar 3 jugadores a préstamo al Torque, de esos que tienen que esperar para bañarse con agua fría después de la práctica, ya se arma de otra manera. Por ejemplo, la incorporación de un Phil Foden, un Tosin Adarabioyo, o un Angus Gunn (búsquelos en Google, estos jugadores existen y podrían llegar a jugar en el nuevo y moderno Torque Stadium para 30.000 personas), enseguida catapultaría al pequeño equipo a los primeros planos. El año que viene, el Torque subiría a Primera y al otro año ganaría el Uruguayo caminando. Esto es bueno para nuestro fútbol, porque si el proyecto perdura, podemos hablar hasta de que puede llegar a forjarse un tercer grande.

Claro, no faltará el típico uruguayo que mire de reojo o con desconfianza esta operación y pregunte “¿Cómo se compra un club?”, “¿Quién se queda con la plata?”, “También van a poner una lavandería o van a lavar la ropa de entrenamiento en otro lado?”. Pero es claro que algo vieron en Torque, y ya nos daremos cuenta del porqué de esa elección y del porqué tenía que ser un equipo uruguayo. ¿Será la buena imagen que dejaron profesionales como Fossati, Carreño o Julio Ribas en el mundo árabe? ¿Habrá sido tal el impacto de Fabián Estoyanoff, el autodenominado Cristiano Ronaldo del fútbol islámico? El tiempo dirá.

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