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Cualquier futbolero podría contestar cual es la reacción de Luis Suárez cada vez que anota un tanto. El Pistolero se ganó su apodo por la celebración que suele repetir tras cada anotación: besos a los tatuajes que representan a los miembros de su familia y después simula disparar con sus dedos.
Pero desde hace un partido atrás el delantero ha sorprendido en Barcelona y le sumó un detalle. Tras los abrazos con sus compañeros y camino hacia la mitad del campo ha realizado un movimiento especial y con gracia: un paso de baile. Este fin de semana anotó uno de los cuatro tantos con los que Barcelona venció a Villarreal y antes de volver para que el juego comience, miró hacia la tribuna y se inclinó hacia adelante con un pie extendido hacia atrás.
El festejo, que ya lo había realizado una fecha atrás, llamó la atención a todos aunque tiene una explicación bastante particular. El salteño dedica cada tanto a su hija Delfina, que hace gimnasia rítmica y le enseñó ese movimiento. El delantero, así como beso un muñeco de su hijo tras un gol con la selección, volvió a demostrar que en todo momento los tiene presentes.
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