El rincón de las arañas

¿Y si hubiera…?

27 Mar , 2017  

Todos hemos incurrido en algún momento en el “¿y si hubiera…?”, razonamiento que a veces sobrepasa lo hipotético para convertirse en un tormento que nos impide aprender de nuestros errores, nos amarga el presente y entorpece nuestro futuro. Sin embargo, lo seguimos haciendo; invirtiendo tiempo y energía en recrear situaciones que ya no existen. Esto se encuentra estrechamente ligado al modelo de los universos múltiples, donde existe un “Otro Yo” haciendo lo que “debimos haber hecho”.

Este fin de semana estuvo marcado por este razonamiento. Por ejemplo el sábado, hubo en alguna dimensión otro Matías Zunino que a pesar de ser lateral se desdobló y anotó un doblete frente al DT que lo marginó del primer equipo de Danubio en 2014. En el primero, recibió en el área y definió como un 9; en el segundo se la llevó con una lujosa pisada para definir con vehemencia ante la salida del arquero. Pero sabemos que lo ocurrido en esa dimensión paralela dista mucho de lo que vimos, en gran parte gracias a Óscar Rojas y su equipo.

Pasemos al domingo, cuando Nacional con un triplete de Lozano derrotó a Liverpool. Que un jugador cuestionado por la hinchada se despache con un “hat trick”, parece más cosa de otra dimensión que de la realidad, pero existen pruebas de que eso realmente ocurrió. En otra dimensión, también hay un Diego Polenta al que no se le ocurre saltar con toda su humanidad por encima de sus compañeros, fracturándole la nariz a Romero. Tampoco sabremos nunca, qué hubiera pasado de haber seguido Saralegui al frente de los negriazules.

Y entre tanta atención sobre el torneo local, tal vez haya pasado desapercibido que Tabárez ha dado una señal inequívoca de fin de una era. ¿Cuántas veces estando a la orden, Arévalo Ríos no fue titular? La última vez, Vicente Sánchez era el puntero izquierdo de la selección y Suárez era un errador de goles serial que nadie se explicaba como era citado.

Parece cosa de otra dimensión, pero realmente la casaca 17 estará en Perú pero debajo de la ropa de abrigo. El mediocampo celeste no volverá a ser lo mismo, pero sabemos que cuando Tabárez toma una decisión, le cuesta cambiar. Eso de los cambios no le convence demasiado, imagínese hablarle de dimensiones paralelas. Solo nos resta agradecer al Cacha por todo lo que nos ha dado con tanto tranque, quite, relevo y cierre perfecto.

El pequeño gigante puede respirar tranquilo sabiendo que no se guardó nada, y puede respirar tranquilo al liberarse de la opresión a la que Puma lo ha venido sometiendo. Ojalá estuviera el Cacha 2010, 2011, un jugador único y valiosisimo, pero de nada vale gastar energías en ese análisis contrafáctico. Este es un ejercicio útil en disciplinas como la historia, la física o la economía, donde resulta conveniente contar con un escenario de supuestos posibles que favorezcan una mejor comprensión de las variables. Tal vez no tanto en el fútbol, donde el “¿y si hubiera?” no es sólo un inconveniente, sino también un eficaz mecanismo de tortura psicológica.

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