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Un ídolo puede serlo para un selecto grupo, puede serlo para una nación o también para otros países que no son el suyo, pero que lo sienten como propio y eso fue lo que le ocurrió Riyad Mahrez.
El argelino está en Camerún disputando la Copa de África y un grupo de adolescentes locales le mostraron todo su cariño y es que para muchos es de las pocas oportunidades que tienen de ver a los cracks que se desempeñan en Europa en su continente natal.