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“No tiene tamaño”, “Es muy chico” y muchas otras frases más se escuchaban en Rosario a principios de siglo cuando veían a Lionel Messi jugar. El argentino la rompía pero tenía problemas de crecimiento y su futuro en el deporte no parecía muy promisorio para la mayoría. Pero el joven no se rindió y con el apoyo de su familia, hace 16 años, llegó a Barcelona para demostrarles a todos que estaban equivocados. “Lo único que quería era jugar al fútbol, y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para cumplir mi sueño”, dijo en una entrevista.
El 19 de octubre del 2000 el jugador llegó a Barcelona para realizar una prueba de 15 días entrenando a la par de las formativas de su edad de los Culés pero bastaron solo un par de horas para que decidieran abrochar al argentino. “Lloré mucho ese día, dejaba atrás muchas cosas: familia, amigos, mi casa, mis compañeros de equipo, pero sabía que el Barcelona podía realizar mis sueños”, contó el argentino sobre esa experiencia.
“Creíamos que era mudo”, relató Cesc Fabregas, jugador que compartió inferiores con la Pulga. “Gracias a la Play descubrimos que hablaba. Fue durante un torneo en Italia cuando se abrió mientras jugábamos a la consola”, relató Victor Vázquez, otro canterano que compartió equipo.
Con el paso del tiempo Messi se fue consolidando y terminó con la historia que todos saben: es uno de los jugadores más grandes de toda la historia: conquistó 19 títulos locales y 10 internacionales con Barcelona y dos con las juveniles de la selección argentina. Todo eso sin contar las distinciones individuales…
Barcelona, España, Lionel Messi