El rincón de las arañas
Hoy, que vamos primeros y todo es color de rosa, cabe destacar el mérito de aquellos héroes anónimos que empujan a nuestros muchachos hacia la victoria, convirtiendo al Centenario en ese reducto inexpugnable que alguna vez supo ser. Somos la única selección del mundo que cuenta con ese plus, con ese jugador extra, esa dosis de empuje, garra y valentía sin igual…
No, no nos estamos refiriendo al público celeste, que de por sí no se caracteriza por su aliento ensordecedor. En esta oportunidad nos vamos a permitir destacar al tero del estadio, ese anónimo ejemplar de ave autóctona que defiende su territorio mejor que cualquier já derecho que se haya vestido de celeste en los últimos años. Ese noble animal que representa fielmente nuestro carácter, fue ayer partícipe directo de la victoria ante Venezuela, y claro responsable de la fuerza de nuestra localía.
Como bien destacaron varios compatriotas preocupados, seguramente ese tero tiene su nido en algún lugar del estadio porque no se va de su zona de influencia. Le da igual que a su casa lleguen los mejores delanteros del continente. Ya con eso, tiene más disciplina táctica que varios players que se caracterizan por ser dispersos y desordenados en sus incursiones por el césped. Y es ese territorio que le pertenece, que el tero defiende como nadie y contra quien sea.
El tero del estadio se está volviendo famoso, y ayer le robó el protagonismo a Suárez, a Cavani e incluso a Lodeiro, que no debe poder creer que el día que juega su mejor partido con la selección, la gente habla más de un pájaro que de su meritoria actuación. ¿Se puso usted a pensar por qué el joven Peñaranda falló esa ocasión tan propicia en la que Muslera quiso emular justamente el accionar del tero? No vimos que nadie otorgara el crédito al valiente animal que se jugó cada pluma para molestar al delantero vinotinto. No, Gastón Silva no, estamos hablando del tero.
Estimado lector, si nuestra clasificación al mundial va a depender de cada artilugio que tengamos a nuestro favor, ¿por qué no aprovecharlo? Más allá de los dos goles de Cavani, de la participación de Sánchez y las asistencias de Suárez, el tero intentó picotear a Rondón en sus incursiones por el área, y le sobró resto para volar hasta el área contraria y participar activamente del tercer gol. Como en aquellas notas de vestuario en las que el protagonista era interrogado acerca de la jugada del gol, nos imaginamos al tero diciendo: “Bueno, acompaño al Pato Sánchez por la derecha, veo que la pone para Luis, se la dejo pasar porque veo que se la mete de taco al Edin, y me voy a festejar con él a la tribuna opuesta”. Exquisita factura la de un verdadero “entreala”, gracias al que seguimos punteros y enteros.
el rincón de las arañas, Profesor Hermes J. Sanabria, tero, uruguay
