El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Salió en todos lados, o en casi todos. El plazo límite para presentar ante la FIFA la nómina final de los 23 futbolistas que van al Mundial es el 4 de junio, apenas dentro de unos días. Pero ya sabemos todo lo que desata en los uruguayos el tema de conocer esos nombres, además de especular sobre los mismos y buscar señales por donde sea. “¿Cuándo va a dar la lista?”, “qué raro que no la dé, porque Argentina y Brasil ya la dieron”, “¿qué espera?” “¿no se da cuenta de que tienen que salir fulano, mengano y sultano?”
Claro, uno cree que desde el trabajo periodístico no se ayuda demasiado a aplacar la ansiedad. La necesidad de tener la primicia, la vorágine en una era donde reina la hiperconectividad, la misma locura de la gente para completar el combo; todo eso hace que la danza de nombres sea ya moneda corriente en cada conversación en persona o en las redes sociales. “Sale este, aquel y este otro”, dicen los eruditos que se tomaron el trabajo de trazar patrones en la confección de las listas de Tabárez desde los Panamericanos de 1983 a la fecha. Y hablando de confección, justamente una supuesta lista que la AUF entregó a un sastre, fue la que hizo pensar a unos cuantos que ya se sabían los 23. Incluso antes de que Tabárez lo supiera, y también de que lo comunicara públicamente.
Pues bien, bastó un mensaje viral en whatsapp –el que denominó “virales” a este tipo de informaciones acertó, realmente- para que ya se anduvieran haciendo eco de que el único integrante del Cuerpo Técnico que iba a tener el privilegio de usar traje en el Mundial, iba a ser justamente Tabárez. El resto, irían de deportivo. Ahora está muy de moda creerse todo lo que viene por esas cadenas de whatsapp, es casi como el “lo dijeron en la televisión, debe ser cierto” de antes. Y eso que no apareció el famoso audio en el que un actor desconocido, casi como las figuras de los viejos radioteatros, anuncia que conoce a un vecino del ex cuñado de la hermana de un amigo de la infancia de uno de los jugadores de la selección; que le dijo que, esto es totalmente fidedigno. El sastre ya tiene esa lista y está confeccionando los trajes. Aunque ni Tabárez, ni Matías Faral, ni Wilmar Valdez, ni Minguta hayan comunicado nada.
Da igual que esa lista tenga el logo de una cadena de supermercados en la hoja, que diga “Russia” en vez de “Rusia”, que tenga los nombres en primer término separados por una coma de los apellidos cuando debe ser al revés, que siga “SAbastián” Coates en vez de Sebastián. La mayoría de la gente no tiene ni idea de cómo se confecciona una lista de convocados, pero sí está segura de saber antes que nadie los 23 nombres que lo van a representar en la cita mundialista. Una demostración más de qué, cuando el ser humano quiere que algo sea cierto, se hace el desentendido con determinadas cosas para no perder la ilusión. El 4 de junio sabremos quiénes son los 23, y también si al final hay trajes para todos los viajeros.
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