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Eusebio Di Francesco es el entrenador de la Roma y aunque parezca insólito sufrió una fractura en su mano izquierda por festejar un gol. Sí, parece extraño pero es correcto. No fue porque le anotaron un gol a su equipo o porque perdió un partido, se quebró una mano festejando un gol.
El trámite del duelo que enfrentó a su equipo ante Atalanta fue muy intenso. El conjunto romano comenzó ganando con un gol de Pastore, pero un tanto de Castagne y dos de Rigoni ponían en ventaja al Atalanta. Florenzi puso el descuento en el segundo tiempo y Manolas, a falta de tres minutos para el final, anotó lo que fue el 3-3 final. Fue precisamente ese gol el que alteró al técnico italiano que golpeó una mampara del banco de suplentes y se terminó quebrando su mano izquierda, al punto de que debió ser operado el pasado martes.
“Yo también tengo que tener equilibrio, el gesto que hice en el banquillo había que evitarlo y fue una lección”, afirmó Di Francesco en la rueda de prensa previa al duelo liguero de este viernes contra el Milan, enseñando las vendas que tiene en la mano izquierda.
“Estaba nervioso, enfadado y veía que no lográbamos lucir nuestra calidad. Más que hablar, ahora busco soluciones y espero encontrar las correctas”, agregó el técnico italiano, que habló en la sala de prensa de la ciudad deportiva de Trigoria, en las afueras de la capital.
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