El rincón de las arañas
Prof. Hermes Sanabria
Trascendió en las últimas horas, porque está a la vista de todo el mundo y no es mérito periodístico de este cronista, que el plantel de El Tanque Sisley se plantó frente a Freddy Varela -el inefable presidente de la institución- reclamando haberes impagos por una suma superior a 300.000 dólares. Teniendo en cuenta que el campeonato empieza mañana, esto sería un tema de carácter grave, de no ser por la facilidad que tiene el calvo dirigente para aglutinar voluntades casi al mismo ritmo que consigue divisas norteamericanas.
Hemos dicho siempre que, si el fútbol es profesional, los jugadores deben cobrar. Esto parece no estar siempre en la tapa del libro para Varela, un hombre que es capaz de comprarle a Ardaiz a Danubio en un millón de dólares y vender su ficha a un grupo inversor inglés, como de no pagarle el sueldo a un muchacho que gana 20 mil pesos. Es raro, pero pasa. Mientras tanto, hay un montón de gente expectante: los jugadores, para escuchar la famosa frase “aparecieron los dineros” antes de las 17 horas; y el resto del fútbol uruguayo para ver si se les da lo que con tantas ansias desearon cuando El Tanque se enfrentó a Sud América en el playoff por el descenso –esto es, que el equipo representado por Varela pierda la categoría y/o desaparezca de la faz de la tierra- en el campeonato anterior.
Claro, uno ya presiente que esos dineros van a aparecer. Es lo que pasa cuando alguien sostiene que solo Dios puede contra él y además está bien contactado, consigue dólares a un ritmo superior a la Teletón o el Banco Central cuando quiere mantener la cotización a la baja. Fíjese todo lo que usted tiene que trabajar para conseguir 300.000 dólares, incluso capaz que nunca llega a lograrlo. Sin embargo, luego de que suenen algunos teléfonos y se arreglen algunos favores; llegará el tan ansiado salvavidas que permita a la entidad verdinegra salir a la cancha para enfrentar a Wanderers. ¿Jesús multiplicó los panes y los peces? Bueno, Freddy Varela ya supo conseguir 300.000 dólares en dos horas en alguna oportunidad.
Ojo, no se vaya a entender esto como que este cronista desea el mal a una institución. Para nada, ya que uno fue jugador y fue entrenador, por lo que no podría más que solidarizarse con el plantel, el cuerpo técnico y con los hinchas, aunque sean pocos. En cuanto a Varela, tal vez sea pertinente que empezara a encontrar la manera de aunar esa facilidad recaudatoria con una mejor distribución de aquellos dineros que siempre aparecen y nada hace pensar que vayan a dejar de hacerlo.
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