El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Mientras el foco se centra en Valdez, en los audios, en Julio Ríos, en Alcántara, en Abulafia, en Del Campo, en la prueba de idoneidad de la Conmebol y hasta en el intento de convencer a Sebastián Bauzá de volver a darle una chance al fútbol; un hombre se prueba la pilcha de presidente. Y ya hay quienes lo miran y reconocen que mal, lo que se dice mal, no le queda. Por su actividad particular, el escribano Edgar Welker está acostumbrado a dar señal a mucha gente, ¿no estará dando señales de que se tiene fe para seguir en el sillón de la calle Guayabos?
La vida es una sucesión de imprevistos. Así como a veces a uno lo largan a la cancha sin querer entrar (por si fuera poco, de golero), también puede llegar a encontrarse tapando agujeros en otros lugares. Como la presidencia de la AUF, por ejemplo. Y, si bien lo de Welker es un interinato, parece ubicar su mira un poco más allá del famoso cuarto intermedio. ¿Muestras? Varias: con firmeza, desactivó la huelga de árbitros y jugadores; propuso instalar un gerente profesional, alzó su voz sobre qué hacer con el contrato de televisión del fútbol uruguayo y dejó bien claro que el proceso Tabárez tiene que seguir.
Nunca, pero nunca, un interino jugó tan fuerte. Y juega en toda la cancha. Como el 5 más uruguayo, tranca fuerte y dice: “El ambiente que se vive con la empresa Tenfield es negativo. Hablaré con Casal por la posibilidad de que dejen de emitir el fútbol. Como dijo el presidente de los árbitros, hay que sacarse la careta”. Como el mejor 10 organizador, expresa: “Tenemos que terminar con estas luchas políticas y traer a la AUF un gestor profesional”. Y con la claridad para definir del 9 más letal, la clava en el ángulo con el tema que más preocupa a los uruguayos. A los de un lado y a los del otro de esta suerte de “grieta”: “Tengo decidido que Tabárez siga siendo el conductor de Uruguay, porque lo único que ha funcionado bien en nuestro fútbol es la Selección. Si pasa por renovar un contrato por cuatro años, irá por ahí el tema”.
Nótese que no hará falta llamar a un escribano público para certificar nada, porque el mismo Welker podrá avalar cada una de sus medidas al frente del ejecutivo del bendito fútbol uruguayo. De hecho, ya hay quienes ven con buenos ojos que el ejecutivo provisorio continúe en funciones más allá del 21 de agosto. Como se escuchó en una conversación filtrada en los pasillos de la sede asociacionista: “Al final era como yo te decía, lo mejor era llamar a Edgar”. Algún presidente clubista dirá que Welker no tiene certificado de idoneidad de la Conmebol, y tal vez tenga razón. Pero lo que le viene quedando idóneo, es el traje de presidente. Tan a medida como las que viene tomando mientras todos miramos hacia otros lados.
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