El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Antoine Griezmann ha dado sobradas muestras de su sentimiento hacia nuestro país, no hace falta siquiera enumerar ahora todo lo que lo ha puesto en esa posición de “uno de nosotros”. Y ya sabemos lo duros que somos los uruguayos para abrirle la cancha a un extranjero, por eso es altamente meritorio lo del reciente campeón del mundo logrando ese reconocimiento a la uruguayez. Aunque todavía no entramos en agosto, ya está marcada la fecha en la que Antoine se va a terminar de recibir de uruguayo: “En diciembre voy a Uruguay”, fueron las palabras que quedaron retumbando en los oídos y en los corazones de 3 millones. Se nos hizo, viene el hijo pródigo.
Todavía no se sabe cuántos días permanecerá el delantero en nuestro territorio, pero tenga claro que desde su misma llegada se va a sentir arropado. Él no sabe todo lo que despierta por acá, todavía. Ya lo va a saber. Sea la hora que sea, todos los medios estarán agolpados esperando la exclusiva, estarán viendo si lleva puesta su camiseta de Uruguay, quién lo vino a recibir, si compra alfajores en el free shop o espera a hacerse de una bolsa de bizcochos en la panadería más cercana. Le pondrán todos los micrófonos en la cara, le preguntarán si está emocionado, si renunciaría a la nacionalidad francesa en caso de que se pudiera hacer algo para que juegue con la Celeste… ya uno se cansó de solo pensarlo.
Al salir con su equipaje, luego de firmar autógrafos y sacarse fotos con las adolescentes que le jurarán amor eterno y las más grandes que también, verá con asombro los puestos instalados en la periferia del Aeropuerto, en los que el merchandising no oficial estará a la orden del día. Un uruguayo, como él, no se va a sorprender por unos compatriotas que están aprovechando para hacer un mango con unos pegotines o con alguna camiseta uruguaya con el nombre “Griezmann” atrás. Son oportunidades únicas.
Va a ser diciembre, pero que no piense Antoine que le va a sobrar tranquilidad. Al fin y al cabo, deberá entender que su presencia en nuestro país es entendida como un acontecimiento relevante. Víspera de año electoral, será importante saber a quién votaría Griezmann en caso de que pudiera hacerlo. Algún notero se lo preguntará, porque las notas de color tienen eso, además va a ser verano y a la gente le gusta lo descontracturado.
No quiere uno pensar en todas las situaciones por las que harán pasar al pobre de Antoine, de esas que dan vergüenza ajena por lo desmedidas. No olvidemos que el hombre viene a conocer y a pasar unos días de vacaciones con sus amigos. Sin embargo, el paseo en el camión de bomberos, la presencia en “Agitando una más” y la invitación a un móvil en vivo desde la chacra de Godín relatando si Griezmann es o no un uruguayo más, si quema el asado o si lava el mate, pueden llegar a cansarlo un poco. Ah, y ni tuvimos en cuenta que lo puedan invitar a “Rumbo a la cancha”. Ahí, entre la pregunta de Baíllo acerca de en qué puesto juega o el chiste de franchutes de Cucuzú, podemos llegar a perder el cariño del simpático francés. Cuidémoslo y respetémoslo.
Antoine Griezmann, Griezmann Uruguay, Prof. Hermes J. Sanabria