El rincón de las arañas
Prof. Hermes J. Sanabria
Pocas veces una idea, argumento o definición sobre algo, concita la unanimidad. Basta que dos personas conversen sobre lo que sea, para ver lo difícil que es ponerse de acuerdo. Esto se acrecienta a medida que son más los involucrados, por eso lo acontecido anoche en la definición de la Tabla Anual es algo casi sin precedentes en nuestro país y en el mundo.
Ojalá los uruguayos lográramos ponernos de acuerdo tan seguido en algo, como se pudo ver desde anoche hasta ahora. Todos más o menos conocemos el desenlace deportivo, lo netamente informativo que dice que Peñarol se consagró campeón de la Anual tras ganarle 1 a 0 a Defensor Sporting con un gol del Cebolla Rodríguez a los 92:54 de juego. El que no lo vio, se lo contaron o lo escuchó en algún lado. Pero lo que más llama la atención, es que el 100% del público futbolero de la República, asegura que los aurinegros ganaron “a lo Peñarol”.
Dícese de esta forma de ganar, que es una marca en el orillo del equipo carbonero, que se caracteriza por los triunfos hazañosos o heroicos. Así lo definen, obviamente, sus simpatizantes desde hace mucho tiempo, avalados por hechos incontrastables. Pero, también, el término ha adquirido otros ribetes que lo vuelven de alcance más masivo. Así como los hinchas de Peñarol argumentan que Nacional recibe a menudo algún tipo de ayuda arbitral (recordar el famoso #PenalParaNacional), los de Nacional sostienen que Peñarol es el “equipo del sistema” y que gana “a lo Peñarol” (dícese en este caso, de pesado y con ayudas externas). Súmese a esto, que los últimos enfrentamientos de Peñarol con Defensor han tenido tintes polémicos, y resultará claro que la sensibilidad de los violetas haga que se sumen a los que dicen que Peñarol tiene un estilo de ganar que lo caracteriza.
Mientras se definía la Anual, aumentaba el alcance de una definición que ya dejó de pertenecer solamente a los hinchas de Peñarol. Por esas cuestiones inherentes al uso del lenguaje, “ganar a lo Peñarol” ya nunca será lo mismo, al menos no solo lo mismo de antes. La conclusión es que, hoy no habrá uruguayo que no diga que Peñarol ganó a su manera. Y eso, en tiempos en los que resulta tan difícil lograr acuerdos, no es poca cosa. Mientras seguimos tratando de desentrañar el misterio de quién le pegó a Alejandro Acevedo, nos preparamos para una nueva definición entre violetas y aurinegros, que promete no pasar desapercibida.
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