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Luis Suárez es una de las piezas fundamentales de Barcelona por su importancia en el ataque y también por sus goles. El delantero suele pesar en ofensiva y el Culé siente su presencia. Además de por su juego, también pesa con sus cábalas, así como lo demostró con el limón-amuleto que mostró a Lionel Messi tras ganarle al PSG.
Pero una racha mágica se terminó ayer cuando cayeron por 2-1 ante Deportivo La Coruña. El Pistolero marcó el tanto del descuento a los 46′ y ante esa situación muchos aseguraron que Barcelona no perdería. No por el buen juego ni el dominio que estaba mostrando sino por otra situación: cada vez que el Pistolero anotaba, el equipo de Luis Enrique había dejado el campo con puntos en el bolsillo.
Pero Alex Bergantiños apareció a los 74′ y anotó el segundo tanto, que determinó el marcador final. Así, tras 72 juegos, la racha mágica terminó. Suárez anotó pero Barcelona terminó perdiendo el partido, tras 67 partidos que habían terminado con triunfo y cinco empates.
El salteño, por primera vez desde su llegada a los blaugranas, sintió el sabor amargo de marcar pero no poder sumar.
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