El rincón de las arañas
Mientras usted lee esto desde las tibias arenas de alguna playa paradisíaca, le sacamos chispas al teclado de la Olivetti mientras el turbo acaricia con su aire fresco nuestras partes pudendas. A esta edad, uno prefiere quedarse guardado del calor que andar asolándose y viendo jovencitas semidesnudas a las que nunca podría hacerles ni cosquillas.
Es un poco esa asunción de la realidad, como la de saber que cambiarán los hombres pero el fútbol uruguayo seguirá siendo el mismo de siempre, ya que si queremos ser como los europeos deberíamos importarlos y salen carísimos. Ni que hablar de los japoneses. Por eso, mientras este cronista espera al menos cambiar la máquina de escribir por la ceibalita del nieto, y poder cambiar los lentes pegados con cinta por unos nuevos; pensemos en qué se puede esperar de este año que está comenzando.
Aunque todavía falta para la llegada del último ciclista, es bueno ir esbozando algún razonamiento sobre temas coyunturales si es que pretendemos cambiar algo. Por ejemplo, ahora que con el tema de la playa y las vacaciones no se habla mucho de los inadaptados de siempre, hay que decir que es necesario ir a instalar las famosas cámaras de seguridad. Por este medio decimos que vamos y ponemos el lomo sin problemas, ayudamos en lo que sea pero que se pueda jugar tranquilamente sin lanzamiento de garrafas ni tiroteos en las tribunas ni fuera de ellas.
Vaya haciéndose a la idea de que esta historia de los derechos de imagen, y de las idas y vueltas entre los jugadores de la selección, los del medio local, la Mutual, la AUF y Tenfield va a seguir por un rato. Y no habrá milagro en forma de Euroamericas Sports marketing, nos vamos a tener que arreglar entre los mismos de siempre. Mientras tanto, todos le exigiremos al seleccionado nacional que clasifique con holgura, porque al final veníamos bárbaro y justo pasa todo esto.
Como en cualquier año, pasará de todo en el fútbol uruguayo. En este momento, hay algún asado en el que se está cocinando algo más que carne. A lo largo del año, algún presidente de algún club agradecerá públicamente a Tenfield y su mano amiga, se hablará de 100 jugadores para Peñarol y Nacional, se dirá que los grandes apuntan a hacer una buena Libertadores, a mitad de año se volverá a hablar de otros tantos jugadores y se escribirán sesudos análisis acerca de las causas de los reiterados fracasos de los equipos grandes en la Libertadores. Abreu terminará su contrato con el Bangú y emprenderá una nueva aventura en algún destino exótico, en su incesante carrera por el récord Guinness de más equipos; y Diego Forlán tal vez forme dupla atacante con el Loco, tal vez firme en Qatar o en la MLS. Los hinchas de Peñarol volverán a disfrutar de su estadio, y tal vez se pueda volver a ver un clásico, pero algo no cambiará: el fútbol uruguayo seguirá dando de qué hablar.
2017, el rincón de las arañas, Profesor Hermes J. Sanabria, pronóstico